Este evento tuvo lugar el 28 de octubre en el centro de cultura del Carmen. Un evento
muy interesante en el que se escucharon impresiones y opiniones de personas
comprometidas con las iniciativas de la lucha contra el cambio climático. La primera
parte de esta reunión fue presentada por Samira Khodayar Pardo, coordinadora del
CEAM, instituto de la emergencia climática al territorio valenciano. En esta primera
parte del evento, la ponente explicó los efectos inmediatos que tiene el cambio
climático sobre el litoral mediterráneo español y principalmente en el litoral
Valenciano. Acto seguido, se realizó una mesa redonda en la que participaron varias
personas como Juan Bordera (periodista), Julio Huerta (Fundació Horta sur), Jorge Ros
(representante de la N flotante), Mariano Sánchez (profesor del IES Benicalap), Sera
Huertas (CEACV y embajador) y por último Alexandre Tomás (consejo valenciano de la
juventud). En dicha tabla redonda se trataron temas sobre que impacto tendrán la
COP26 y la Asamblea ciudadana en el reto climático

La emergencia climática no entiende de fronteras, todos los países sufren sus
consecuencias y España es el país más vulnerable de Europa al cambio climático. La
costa mediterránea española es la zona más vulnerable de Europa en estos momentos,
los efectos que produce el cambio climático se producen 20% más rápido que en el
resto de Europa. En los últimos cuarenta años, las cosas empeoran mucho, la
temperatura media sube de 1.1 grado Celsius más. Y las precipitaciones e inundaciones
extremas han aumentado un 30%, sobre todo entre los meses de octubre y noviembre.
Un efecto muy notable también es que las olas de calor también aumentan cada año,
ahora tenemos 0.3 olas de calor más al año que en 1992. Cada diez años, tenemos tres
olas de calor más. Además, que solo aumenta el número de olas de calor anual, sino
que de igual manera lo hace su intensidad. Siendo un 65% mayor que en 1992. El
litoral es un punto caliente y la mayoría de sus habitantes ni siquiera lo saben. Es
necesaria una movilización local para concienciar a la gente que su tan querida
comunidad valenciana está en peligro. Muchas veces el mundo oye, pero no escucha,
es nuestro deber hacer que no solo nos oiga, sino que también nos escuche.

La mesa redonda empezó con una pequeña presentación de los participantes. Una de
las opiniones que más me gustó fue la de Juan Bordera. Actualmente el nivel de
consumo es mayor de lo que el planeta puede producir y un escenario económico
necesario es asumir el decrecimiento. Asumir que la producción y el consumo de
bienes tendrá que reducirse a lo básico. Es una problemática que personalmente me
fascina. Ya que como emprendedores tendremos que realizar negocios
exitosos sabiendo que la consumición va a ser mucho menor y que tendremos que enfocar
nuestros objetivos hacia la sostenibilidad. Mariano Sánchez, piensa que no hay educación
ambiental. Lo cual es algo acertado, ya que no existe una asignatura que cubra este
campo y más aún no hay ningún reconocimiento curricular a este tipo de
conocimiento. Es algo que el propio sistema educativo debe cambiar. Los
participantes, están de acuerdo que la COP26 debe ser un punto y aparte del tratado
de París, se espera una gran implementación de soluciones ya que en esta edición de la
cumbre habrá una gran participación civil. La opinión de la COP26 ha sido muy positiva
por parte de todos los participantes, pero la asamblea ciudadana española ha sido
todo lo contrario. Esto es un reflejo de que los ciudadanos españoles no confían en sus
políticos y en la puesta en práctica de medidas efectivas por su parte. Julio Huerta
piensa que las conclusiones de la asamblea se transmitirán a la sociedad, pero que no
se ha traído a la sociedad a este problema y que no arreglará las cosas. No habrá
participación civil en dicha asamblea. En conclusión, sin la participación de la
ciudadanía nada es posible. Y eso es uno de los puntos alentadores que tendrá la
nueva cumbre de la COP26.