Momentos Clave de la Cumbre de Líderes Mundiales en la COP26

Discurso completo del Principe Carlos en la COP26, 1 de noviembre 2021.

La cumbre de líderes fue inaugurada el 1 de noviembre en Glasgow. El Príncipe Carlos dio un discurso sobre la importancia del sector privado en la lucha contra el cambio climático. El Príncipe de Gales recalcó al necesidad de fomentar la confianza de los inversores para sacar innovaciones a mercado. Para ello, recalcó, además de las promesas de los países y sus contribuciones nacionales, el sector privado necesita una señal de mercado clara para invertir en energía renovables. 

«El coste de la inacción es mayor que el coste de la prevención»

El Príncipe Carlos en la COP26, 1 de noviembre 2021

Este plan de acción, el llamado Terra Carta Roadmap o “Estatuto de la Tierra”, ha sido creado por la Iniciativa de Mercados Sostenibles (IMS) que el mismo Príncipe de Gales lidera y que contiene 100 acciones especificas para acelerar la transición sostenible de las industrias. El “Estatuto de la Tierra” fue inspirado por las conversaciones que Su Alteza tuvo con más de los 300 CEOs e inversores más importantes del planeta, en las cuales parece ser que preocupaba predominantemente la falta de consistencia de los gobiernos en apostar por las energías renovables, lo que minaba la confianza de los inversores privados. Dada su continua colaboración con el sector, el Príncipe de Gales llegó a afirmar: “No tengo duda alguna. El sector privado esta dispuesto a hacer su parte, y colaborar con los gobiernos”

Discurso completo del divulgador naturalista Sir David Attenborough en la Cumbre de Líderes Mundiales, 1 de noviembre 2021.

Le siguió Sir David Attenborough, un reconocido narrador de documentales de naturaleza británico. El narrador de exitosos documentales como Planet Earth, hizo un repaso de la historia del clima y la humanidad, dónde recalcó que esa historia trataba tanto de inestabilidad como de desigualdad, ya que los que menos han contribuido al problema son los que más sufren sus consecuencias. 

Sabemos cómo solucionar el problema, enfatizó el británico, asegurándonos de que nadie se quede atrás. En sus últimas reflexiones, Sir David habló sobre la necesidad de actuar conjuntamente: “Si trabajando separados hemos sido lo suficientemente fuertes para desestabilizar a nuestro planeta, definitivamente podemos salvarlo trabajando juntos”.

El científico británico finalizó su discurso con un mensaje de esperanza: “En mi vida he sido testigo del declive de este planeta.  En la vuestra [dirigiéndose a los líderes mundiales en la sala] podríais y deberíais ver un resurgimiento maravilloso. Por este atisbo de desesperada esperanza, es por lo que el mundo espera vuestro liderazgo, por eso estáis aquí.” 

Aunque el discurso de David Attenborough, fue inspirador, importante y recalcó la importancia de la cumbre para las generaciones más jóvenes, fue el discurso de la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley,  el que tuvo más  impacto, tanto en redes sociales como en la sala. Su tono fue directo y sin eufemismos políticos, consiguiendo subrayar la urgencia de la crisis climática para los Estados insulares y Países al nivel del mar de forma carismática y clara. 

Discurso completo de la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, 1 de noviembre 2021.

En línea con los subsiguientes discursos de los demás estados de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (APEI), la Primera Ministra (PM) se dirigió directamente a los líderes en la sala: “del egoísmo y la codicia sembraremos las semillas de nuestra propia destrucción si no actuamos en nombre de los intereses de nuestra gente.” 

La Primera Ministra de Barbados recordó a los líderes que las contribuciones nacionales y los objetivos fijados hasta la fecha no eran suficientes. En mitigación, adaptación y financiación, comentaba la Primera Ministra, existe una brecha enorme. Insistió en que los compromisos hasta la fecha deberían incrementarse en 500 billones de dólares cada año durante 20 años, y ser depositados en un fondo para financiar la transición: “esta es la verdadera brecha que hay que cerrar, Secretario General [refiriéndose a Guterres], no los 50 billones para adaptación.” A los líderes reacios, les recordó que, en un período de 18 meses, los bancos centrales de los países más ricos movilizaron alrededor de 9 trillones de dólares para luchar contra la pandemia del COVID-19. 

«Queremos existir dentro de cien años»

Mia Mottley

Su intervención final fue emotiva e increíblemente efectiva: “A los que tengan ojos para ver, a los que tengan oídos para escuchar, y a los que tengan corazón para sentir: 1.5 es lo que necesitamos para sobrevivir, 2ºC, sí SG (Secretario General), es una sentencia de muerte para la gente de Antigua y Barbuda, para la gente de las Maldivas, para la gente de Dominica y Fiji, para la gente de Kenya y Mozambique, y sí, también para la gente de Samoa y Barbados. Por eso hemos venido aquí a decir: esforzaros más. Esforzaros más porque nuestra gente, el ejercito climático, el mundo, nuestro planeta, necesita nuestra acción ahora.”

A lo largo de los días 1 y 2 de noviembre, se sucedieron las declaraciones de los países presentes. Dependiendo de su situación económica y de desarrollo, los países adoptaban discursos más o menos similares. Todos los países destacaron la urgencia de la crisis climática, sin embargo, el modo de gestionarla variaba en función de sus respectivos contextos económicos, de vulnerabilidad y geográficos. 

La mayoría de los países de la OECD enfatizaron la necesidad de ser solidarios con los países con menos medios, pero fueron los países en primera línea los que recalcaron los defectos del sistema de financiación para la adaptación y mitigación. Cabe destacar la intervención de Canada, ya que el Primer Ministro Trudeau se desvió mínimamente de la posición general que tomaron otros Países del Norte. Trudeau consideró oportuno que se aplicara la misma urgencia al cambio climático que se le aplicó la pandemia del COVID-19, dotando a la crisis climática – al menos en palabras – de la urgencia que la Alianza de Estados Insulares le dio: “Tenemos que trabajar juntos de la manera que lo hicimos para acabar con la pandemia del COVID-19, dotando a la crisis climática de la misma urgencia”

El mensaje de amenaza existencial y, por lo tanto, de urgencia por conseguir compromisos específicos, lo transmitieron los países de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (APEI), quienes claramente habían acordado su postura común antes de la conferencia, pudiendo así reforzar el discurso de la Primera Ministra de Barbados en la apertura de la cumbre. La frase ‘condena a muerte’ fue repetida por la APEI durante los dos días, así como el descontento con el fracaso de cumplir los compromisos financieros del Acuerdo de París, donde los estados se comprometieron a facilitar financiación para sobrellevar los estragos del cambio climático. En este grupo resalta la intervención de Fiji, que recriminó la falta de acción política detrás de los compromisos climáticos hasta la fecha, diciendo: “empty promises of mid-century ambitions are not enough”. Traducido: promesas vacías de ambiciones a largo plazo no son suficientes porque la existencia de sus vecinos de litoral bajo no es negociable. Al mismo tiempo, el pequeño estado insular descartó el concepto de combustibles fósiles sostenibles como “productos de una imaginación egoísta”. Para finalizar, se dirigió a los líderes en la sala y declaró: “nosotros [refiriéndose a APEI] tenemos la autoridad moral, vosotros tenéis una responsabilidad moral”.

Discurso completo de Xiye Bastida en la COP26, 2 de noviembre 2021

La Cumbre de los Líderes finalizó con las intervenciones de Xiye Bastida, una joven activista mexicana y Eric Garsetti, alcalde de Los Ángeles, USA. Para Bastida, la falta de acción hasta ahora habla de una desconexión inmoral con la realidad. A continuación, expuso las demandas de los jóvenes a sus líderes, entre ellas se encontraba la de mantenerse en el objetivo de 1.5ºC, acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles, facilitar los 100 Billones de dólares anuales a las naciones más vulnerables, hacer a la industria de los combustibles fósiles responsable por colaborar en la desinformación, y proteger a las comunidades indígenas y su manera de cuidar sus tierras.

El tono del Alcalde Garsetti fue distinto. Optó por un enfoque más optimista, informando de la prometedora labor de la C40, una red de alcaldes de casi 100 ciudades, que colaboran para llevar a cabo acciones urgentes para enfrentar la crisis climática. Por ejemplo, Los Angeles será casi un ciudad sin carbono al final de la década, y la alianza global de las ciudades representan 1/4 del PIB global, todas ellas comprometidas a eliminar sus emisiones. Es como si el 5º país más contaminante cesara por completo sus emisiones. ¿Puede ser que las ciudades se entiendan mejor entre sí que los países? Habrá que esperar y ver.

Escrito por Beatriz Dromant.

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